sábado, 25 de octubre de 2014

26 de octubre:«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?»

CRECER CREYENDO

 Mt (22,34-40):


En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?» Él le dijo: «"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»

Palabra del Señor

                                                                       

COMENTARIO

En la respuesta a los fariseos que preguntan cuál es el mandamiento mayor de la Ley, Jesús añade uno segundo que es semejante al primero: “El amor al prójimo”.

A la luz del Evangelio me enseñas a ver, Señor, que tus mandamientos no me están imponiendo una regla o un precepto que limita la vida sino que me están proponiendo aceptar recorrer un camino cuyo principio y fin es Dios. Y para ello, es toda la persona que se involucra, con su alma, su mente y su corazón, como nos lo estás diciendo Tú, Señor. Abrir el corazón para amar a Dios, me pide quitar esos blindajes que con la vida y el tiempo he ido colocando a mi favor. La mente, Jesús, sabe que Tú eres la verdad que ha buscado y que hay que buscar, y formarla e informarla a tono con ello es mi razón de amar. Y el alma que gime, pide y ansia la Suprema Bondad, se rinde gustosa ante Ti, Señor, y sólo encuentra en amarte, su bien y su paz.
He de amar a mi prójimo porque así me lo pides, Señor, y porque sólo si lo hago, estaré amándote a Ti. Uniste este mandamiento al amor que por Dios, mi Señor, he de vivir y no puedo más que acoger la exigencia y ver en mis semejantes los destinatarios del amor que yo quiero expresarte.
Como a mí mismo he de amar a mi prójimo y me pongo a pensar que, de lo que busco y quiero para mí, he de procurar que no carezca él. La dignidad de haber sido creados, él y yo, a imagen y semejanza de Dios, y el hecho de que Jesucristo tanto a él como a mí, con su vida, nos redimió, nos sitúa en un plano de igualdad tal, que el mandamiento se ve como consecuencia natural de esta verdad. Me pide tu Evangelio hoy que revise la relación que llevo con quienes vivo, convivo, o socializo, y que si hay por mi parte faltas al amor, proponga enmendarme, si es que realmente quiero amar a Dios. (http://homiletica.org/legionarios)


REFLEXIÓN
“Quien no trata de vivir efectivamente el amor al prójimo, está fuera del círculo inmenso de apóstoles de Jesucristo.”

 

Señor, que tozuda es la realidad, no me extraña que “el infierno esté empedrado de buenas intenciones”.
Con el curso, ya en rodaje, se ve que la LOMCE es solo distinto papeleo pero con la misma o menos financiación. Luego, ¿para qué todo nuestro esfuerzo? ¿Para qué todo nuestro desgaste?
La respuesta es un mantra de Matilde que repetimos todas las mañanas. “Que toda nuestra vida sea un acto de amor”.
La Palabra lleva dos domingos dejándonos muy claro que tenemos que llegar al REINO DE DIOS, transitando el Reino de los Hombres. Luego hemos de superar la tentación del dinero (o de su falta) y todas las tentaciones asociadas a nuestra condición humana (Los 7 pecados capitales) para conseguirlo.
Podríamos cuantificar nuestro día a día, compararlo con los de los demás en busca de conclusiones, elaborar un plan de mejora de nosotros mismos en función de esas conclusiones, realizar un DAFO de nuestra autoestima para afirmar nuestros valores… o sencillamente asumir, como la letra del bolero. “Yo, tengo una debilidad…”
Y aún, y con esa debilidad, el camino extiende su horizonte ante nuestros ojos, ofreciéndonos múltiples oportunidades de llegar al prójimo. A través del afecto, del acompañamiento y del ejercicio mental  de ponernos en su lugar, podemos hacer más llevadero el día a día de nuestros alumnos, nuestros hijos, nuestros seres queridos.
Decir esto, hoy, que estoy flojo, melancólico o de bajón tiene el mismo mérito que decirlo cuando estoy fuerte, ilusionado y de subidón. Porque este es el mensaje de Jesús: el prójimo es nuestra cruz y nuestra salvación. Es nuestro camino hacia Dios.
Y el lunes volveremos a las aulas, a las oficinas, a los estudios, a las labores del hogar con las pilas cargadas, para darlo todo, como siempre, porque es lo que mejor sabemos hacer: conjugar ENTREGA y sostenernos los unos a los otros. Ponernos MANOS A LA OBRA.
Sumar, para llegar a multiplicarnos.
Soñar, para que no se pierdan los sueños.
¡¡¡Eses es nuestro trabajo!!!
¡¡¡Esa es nuestra MISIÓN!!!  


¡ÁNIMO Y ADELANTE! ¡NOTENGÁIS MIEDO! ¡AMÉN!

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sábado, 18 de octubre de 2014

19 de octubre:«Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.»

CRECER CREYENDO
 
Mt (22,15-21):

En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. 
Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es licito pagar impuesto al César o no?» 
Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto.» 
Le presentaron un denario. Él les preguntó: «¿De quién son esta cara y esta inscripción?» 
Le respondieron: «Del César.» 
Entonces les replicó: «Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.»

Palabra del Señor
COMENTARIO
Tema complicado, ¿es compatible la pertenencia al Reino y tener a Dios como soberano absoluto y la obediencia a las autoridades civiles y el ser ciudadanos? Desde siempre las relaciones entre lo religioso y lo político estuvieron saturadas de confusión y esto llega hasta hoy, (recordemos la Constitución, el Concordato, la asignatura de religión, el pago de la entrada a las Catedrales, el patrimonio, la cruz en la declaración de la renta…; pero éste es tema de unas charlas, no de una homilía). Ya los primeros cristianos tenían el dilema de ser fieles al Dios de Jesucristo y al Emperador, la solución parece darla el texto de hoy: “Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”. El problema se planteará también más tarde ante Pilatos que le preguntará: “¿Eres Rey?” y por lo tanto si dice sí, atenta contra el César; conocemos la respuesta: “Soy Rey, pero mi reino no es de este mundo”, no corresponde al esquema político que tenemos en la cabeza.
Lo original de su Reino, es la soberanía absoluta de Dios sobre el mundo, la primera lectura de Isaías afirma: “Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí no hay Dios”. Solemos caer en el error de pensar en un Dios que reina al estilo nuestro, con un esquema político, burocrático y en ocasiones militar, (¿Qué significa sino que el Papa sea jefe de Estado?). El reinado de Dios se ejerce en el interior de los corazones y mediante el ejercicio de la justicia que es salvaguarda de los derechos del hombre. En este tema tan complicado es necesario tener algunas ideas claras: el Reino de Dios es más amplio que la Iglesia, pero esto no quiere decir que no haya una relación querida por Jesús entre la comunidad cristiana y el Reino. La Iglesia debe caracterizarse por la defensa de los derechos absolutamente inalienables del hombre, lo que llamamos los valores del Reino, (por ejemplo el derecho a la vida). En este sentido la Iglesia no está en contraposición con el Estado o la política, los dos buscan el bien de las personas. Esto exige, desde la honestidad y la sinceridad de corazón una actitud de constante búsqueda y autocrítica, mirar los “signos de los tiempos”: tanto a la Iglesia como al Estado o la política. Con el ejemplo anterior, defender la vida: es preocuparse por las leyes abortistas, por el 0,7% y el tercer mundo, apoyar económicamente a las familias, estar en contra de la pena de muerte…
Por mucho que lo digan ciertos voceros, nosotros somos ciudadanos y la fe no es algo de las sacristías o íntimo y privado, la Iglesia y los cristianos, desde la humildad, tienen derecho a decir en público lo que piensan sobre la organización y marcha de la vida. No tenemos todas las soluciones e incluso tantos defectos como otras instituciones, pero aportamos nuestro grano de arena, (Últimamente un buen ejemplo de ello es la Exhortación del Papa Francisco “La Alegría del Evangelio”).


La Iglesia puede prestar una gran contribución a la sociedad, nos lo recuerda el DOMUND, que se celebra en este domingo con el lema: “Renace la alegría” y tantos y tantos misioneros. No hay contraposición afirmamos que Dios y Jesús es el Señor y también nuestra pertenencia a un pueblo del que somos parte activa. Si le damos a la comunidad humana todo lo que le podemos dar, estamos seguros de que también se lo damos a Dios. Todo lo que se hace a favor de la justicia, es tarea a favor del Reino de Dios. Julio César Rioja http://www.ciudadredonda.org/

PARA REFLEXIONAR
Quiero recordar la celebración del V Centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús, con el lema “Para Vos nací”, expresión de una vida que se comprende como don del amor de Dios y ofrenda para él, extraído de uno de sus poemas.
A través de la celebración de este centenario, se nos quiere invitar “a un encuentro profundo con Teresa. No acudir a ella por mera curiosidad o de manera superficial, sino tomando conciencia de que nos implica, de que nos cuenta cosas que sentimos en algún modo nuestras; lo que ella nos cuenta, de alguna manera está dentro de nosotros y nos sucede”.
ESTA ORACIÓN DE HOY ESTÁ DEDICADA A LOS MÁRTIRES CRISTIANOS, EN ESPECIAL, A LOS DE IRAK. 
Nosotros andamos preocupados por un virus mortal y si miramos, más allá de nuestro entorno seguro, todo es muerte, miseria y desolación. ¡Qué el Señor nos perdone y nos asista! ¡AMÉN!




domingo, 12 de octubre de 2014

12 de octubre:" Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»

CRECEMOS CREYENDO


Mt (22,1-14):

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda." Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»

Palabra del Señor
 
También esta parábola se refiere en primer lugar al pueblo escogido de la Antigua Alianza. A las fiestas de las bodas de su Hijo con la humanidad convida el Padre primeramente a los judíos por medio de sus "siervos", los profetas. Los que despreciaron la invitación perderán la cena (Luc. 14, 24: "Porque yo os digo, ninguno de aquellos varones que fueron convidados gozará de mi festín"). Los "otros siervos" son los apóstoles que Dios envió sin reprobar aún a Israel, durante el tiempo de los Hechos, es decir, cuando Jesús ya había sido inmolado y "todo estaba a punto" (Hech. 3, 22: "Porque Moisés ha anunciado: El Señor Dios vuestro os suscitará un profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a El habéis de escuchar en todo cuanto os diga, y en Hebr. 8, 4:"Si pues El habitase sobre la tierra, ni siquiera podría ser sacerdote, pues hay ya quienes ofrecen dones según la Ley").
Rechazados esta vez por el pueblo, como Él lo fuera por la Sinagoga (Hech. 28, 25: No hubo acuerdo entre ellos y se alejaron mientras Pablo les decía una palabra: "Bien habló el Espíritu Santo por el profeta Isaías a vuestros padres") y luego "quemada la ciudad" de Jerusalén, los apóstoles y sus sucesores, invitando a los gentiles, llenan la sala de Dios (Rom. 11, 30: "De la misma manera que vosotros en un tiempo erais desobedientes a Dios, mas ahora habéis alcanzado misericordia, a causa de la desobediencia de ellos").
El hombre que no lleva vestido nupcial es aquel que carece de la gracia santificante, sin la cual nadie puede acercarse al banquete de las Bodas del Cordero (Apocalipsis 19, 6 ss: "Y oí una voz como de gran muchedumbre, y como estruendo de muchas aguas, y como estampido de fuertes truenos, que decía: "¡Aleluya! porque el Señor nuestro Dios, el Todopoderoso, ha establecido el reinado.).

PARA REFLEXIONAR

Esto para nosotros, también es MANOS A LA OBRA. ¡¡VIVA LOS HERMANAMIENTOS HMMI!!

 
Termino con algo que me habéis oído recitar muchas veces y con la imagen de nuestro  día a día. No son incompatibles… Este Salmo es nuestro mejor PROTOCOLO.
 ¡¡No tengáis miedo!! ¡Ánimo y Adelante!

Sal 22, 1-6

R/.
 Habitaré en la casa del Señor
por años sin término


El Señor es mi pastor, nada me falta: 
en verdes praderas me hace recostar; 
me conduce hacia fuentes tranquilas 
y repara mis fuerzas.
 R/. 

Me guía por el sendero justo, 
por el honor de su nombre. 
Aunque camine por cañadas oscuras, 
nada temo, porque tú vas conmigo: 
tu vara y tu cayado me sosiegan. R/. 

Preparas una mesa ante mí, 
enfrente de mis enemigos; 
me unges la cabeza con perfume, 
y mi copa rebosa. R/. 

Tu bondad y tu misericordia me acompañan 
todos los días de mi vida, 
y habitaré en la casa del Señor 
por años sin término. R/.



domingo, 5 de octubre de 2014

5 de octubre: "Y todo lo que aprendisteis, recibisteis, oisteis, visteis en mi, ponedlo por obra."

CRECEMOS CREYENDO

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (4,6-9):

Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta. Y lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis, visteis en mí, ponedlo por obra. Y el Dios de la paz estará con vosotros.

Palabra de Dios

Me vais a permitir una 2ª lectura de regaliz, porque este domingo las palabras del APOSTOL PABLO han resonado en mi interior. Parece que nos habla a nosotros, a los TELLISTAS. Parece que nos da la hoja de ruta de nuestro caminar, este curso de MANOS A LA OBRA. ¡¡¡Pero es una carta a las primeras comunidades cristiana!!! Luego avanzamos en la dirección correcta.
Cuando la dificultad crece, nos venimos arriba. Cuantos más frentes nos abre la vida, más vivos/despiertos/listos estamos. Y esta semana muchos de nosotros somos ejemplo vivo de esto que digo.
Ahora, ¿cómo vamos a pasar de esta preocupación lícita que tenemos a ponernos manos a la obra?
La respuesta está en  dialogo que cada uno de nosotros debe realizar con Dios. Sin presiones, sin miedos (a la reprimenda, al juicio público, a la comparación, etc.) y colocando en la balanza los dones de cada cuál, obtendremos la respuesta precisa. Somos conscientes de que será respuesta de cruz, de servicio, de entrega… pero es lo que nos toca. ¡Ánimo y adelante!

 


San Mateo (21,33-43):

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo." Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: "Éste es el heredero, venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia." Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?» 
Le contestaron: «Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos.» 
Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en la Escritura: "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente?" Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.»

Palabra del Señor


 


COMENTARIO

-"¿Y qué es lo que hará el dueño de la viña con esos viñadores?"-pregunta Jesús a los sumos sacerdotes. Y ellos se condenarán por su propia boca: -"Hará morir a esos malvados y dará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo". ¡Ellos son esos viñadores homicidas!

Esta parábola es la historia del pueblo de Israel. Y, después de la muerte de Cristo, el pueblo judío será dispersado y la viña pasará a otras manos. El antiguo Israel desaparecerá, la nueva viña será ahora la Iglesia de Cristo y los nuevos viñadores los Apóstoles, el Papa, los obispos y los sacerdotes.

Sin embargo, esa viña también podemos ser tú y yo: tantos dones que hemos recibido de parte de Dios con tanto amor y delicadeza, y que, tal vez, no hemos respondido siempre a esos cuidados del Viñador celestial. Es más, quizá no le hayamos dado frutos buenos, sino sólo uvas amargas y podridas. Cristo está esperando que también nosotros "le demos los frutos a su tiempo". ¿Qué frutos has dado a Dios hasta el día de hoy en tu vida? ¿Eres tú uno de esos viñadores homicidas que rechazan a Cristo con su rebeldía, incredulidad o indiferencia? Ojalá que no.                                                                                     
(EXTRAIDO DE CATHOLIC.NET)


PARA REFLEXIONAR.