domingo, 26 de abril de 2015

UNA LECCIÓN... LA FUERZA DEL BIEN TIENE SU MÁXIMA EXPRESIÓN EN EL PERDÓN.

Leer el periódico es un ejercicio muy sano, pues de vez en cuando, se encuentra en la prensa textos que te llegan al corazón. Siempre es el Ser Humano, con mayúsculas, el protagonista de estas historias. Espero que os sea útil. 




EL PERDÓN


Eva Kor, una anciana judía de 81 años, ha enseñado lo que es un ser humano
LAS personas que pasaron por los campos de exterminio nazis enfilan ya el ocaso. Oskar Gröming, un ser frágil de 93 años, y Eva Kor, una anciana regordeta y encorvada, de 81, necesitan ahora un andador para caminar. Comparten algo más. Les une un pasado en Auschwitz, la factoría de muerte más eficaz de la historia, en la que fueron asesinadas un millón cien mil personas. Solo 200.000 de los que allí llegaron salieron vivos.
Eva era hija de unos prósperos granjeros judíos rumanos. Fue deportada a Auschwitz en 1944, con diez años. Viajó como ganado en un tren junto a sus padres y sus tres hermanas, entre ellas su gemela, Miriam. En la plataforma del campo fue separada de su familia, pronto gaseada. Pero ella y Miriam resultaron de interés para el seudocientífico Josef Mengele, un psicópata que hizo sádicos experimentos con 1.500 parejas de gemelos. Eva ha contado su rutina: los lunes, miércoles y viernes las tendían desnudas y las pesaban, medían y exploraban. Los martes, jueves y sábados eran los días del terror en el laboratorio. En una ocasión Mengele le puso cinco inyecciones. Aullaba de dolor a gatas. Su cuerpo se hinchó y ulceró. «Le quedan dos semanas de vida», sentenció Mengele en una observación. Pero Eva se obcecó en sobrevivir: «Sabía que si moría matarían también a Miriam, para compararnos en la autopsia». Y lo logró. Los rusos liberaron el campo y ella acabaría emigrando a Israel. Allí se casó con un judío americano y hoy vive en Estados Unidos, donde tiene hijos y nietos.
A sus 93 años, Oskar Gröning es seguramente el último criminal nazi que será juzgado. Es un cristalero jubilado, padre de dos hijos. Antes fue un joven nazi entusiasta, que se alistó en las SS. Fue enviado al campo y lo llaman «el contable de Auschwitz», porque inventariaba los bienes robados a los judíos y sus terribles destinos. En el juicio, que se celebra al norte de Alemania, ha reconocido su error moral y ha pedido perdón. Ha negado haber participado directamente en los crímenes y ha pretextado que en noviembre de 1942 solicitó el traslado tras contemplar cómo mataban a golpes a un bebé contra la puerta de un vagón. Asegura que nunca ha hallado «la paz interior». Sus acusadores replican que jamás ha abjurado de su ideario nazi.

Miriam murió en 1993, por un mal del riñón, secuela de los juegos de muerte de Mengele. Su hermana le donó un órgano, pero no funcionó. Eva ha hablado en el juicio. Miró a Oskar con sus calmos ojos claros y se presentó con una frase sorprendente: «Soy una superviviente de Auschwitz que ha decidido participar como demandante en este caso, pero probablemente seré la única que ha perdonado a todos los nazis, incluido tú».

Acto seguido, hizo una aclaración. «Mi perdón no te absuelve de tu responsabilidad. Así que te pido que digas a los jóvenes neonazis que Auschwitz existió, que la ideología nazi solo trajo derrota y dolor y que en vez de odiar o matar vayan a la escuela y aprendan una ocupación o un oficio». Luego explicó algo más. Su lección. La que hay que enmarcar en todos los corazones: «El perdón es un acto de curación y de liberación».


Oskar escuchaba. La cabeza gacha. Tal vez atónito ante la fuerza del bien.
LUIS VENTOSO    http://www.abc.es/historico-opinion

26 de Abril:"Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. "

CRECER CREYENDO:


Jn (10,11-18):

En aquel tiempo dijo Jesús: «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estragos y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre.»

Palabra del Señor

COMENTARIO:
Hoy el evangelista nos acerca la figura de Jesús como un pastor que ama, cuida y protege a sus ovejas y las conoce una en una.
La figura del pastor es tierna, acogedora, cercana. Se preocupa por la oveja que se pierde. A la que por avatares de la vida anda descarriada, la busca, le da su tiempo y al final la atrae hacia el rebaño.

Jesús toma como referencia al pastor que cuando ve en peligro a la oveja, va y le ayuda, no la abandona a su suerte. Quizás nosotros no somos muy conscientes de que Jesús es Buen Pastor, antes la crisis mundial que estamos sufriendo y de forma particular en nuestra tierra porque, como siempre, esperamos que nos vengan a resolver los problemas. Sin embargo, Él como el pastor que ama y quiere a sus ovejas, sabe que Dios nos ha ofrecido un mundo habitable, con lo necesario para todos, pero también nosotros somos corresponsables de que el mundo siga siendo habitable para todos.


Jesús nos llama a todos como supremo Pastor, para que comprendamos que debemos fomentar la hermandad, la unidad, la paz, alejarnos de destruir por destruir o expoliar a los demás para nosotros tener más.
Jesús nos marca el camino a seguir, por donde las ovejas debemos caminar, a pesar de ello, se vuelve y nos nos deja perdidos, quizás deje unos momentos a aquellas que saben a dónde van, pero al final reúne al redil completo.
Hace poco hemos celebrado su resurrección, lo hemos visto, hemos creído en Él, ¿seguimos creyendo? ¿Seremos capaces de ser pastores en aquellos sitios donde nos encontramos? ¿Nos expondremos al peligro por salvar a alguien que se aleja del camino?  Reflexionemos.
https://eltallerdelaserenidad.wordpress.com

REFLEXIÓN:




















Yo no sé si me estoy volviendo maniqueo al hablar de las ovejas negras, pero es que tengo… ¡un rebaño de ellas!, y las que se pierden ahora, en esta sociedad nuestra, son las blancas.
Somos tan blandos, tan maleables, tan acomodaticios que perdernos es casi la primera opción.
Se construyen personalidades sin cimientos sólidos, sin valores.
La escuela, como Parking, como contenedor de niños, no puede contrarrestar las carencias que deja la educación en la familia.
Se asientan los nuevos valores sobre el dinero y el ego, y nuestros alumnos están condenados a vivir  una permanente frustración.
La cultura de la facilidad, que no de la felicidad, frente a la cultura del esfuerzo, que era una constante en todas las generaciones que nos precedieron, es la lucha ideológica real a la que nos enfrentamos. A los medios de comunicación, a los gobiernos no les interesa dar importancia a esta lucha. Esa es la razón de que las noticias que afecta a los valores cristianos o a sus gentes, no se publiciten, porque somos un espejo molesto que muestra la dependencia, la sumisión, la inacción de las masas. Esa es la razón de tantas leyes de educación, se busca la clientela frente al libre pensador.


Y la muestra de que todo esto está calando, cual calabobos, en nosotros mismos, es que no nos estremecemos, no nos manifestamos ante noticias tan terribles como la ejecución sumaria de cristianos, la explotación de las mujeres por las mafias, los barcos y pateras, atestados de emigrantes que llegan, o naufragan ante nuestras costas. Y en todas ellas está Jesús, mostrándonos sus heridas para que metamos las manos y creamos.
Si todo lo que sale de la esfera personal es un posible problema, si mostrarnos como cristianos, nos puede marcar, ¿cómo vamos vencer en esta lucha? Cada vez estaremos más aislados hasta diluirnos en la masa como un azucarillo.
Por eso, aunque se tenga la sensación de que se clama en el desierto, debemos continuar nuestra MISIÓN. El Papa Francisco, es el primero en dar ejemplo. Si no traemos al RESUCITADO a nuestros gestos, si no nos conocen por ser instrumentos del AMOR DE DIOS, todo estará perdido.
Nuestros Centros Educativos deben ser prueba de que Sí SE PUEDE.
SOMOS CRISTIANOS. SOMOS TELLISTAS.
NO TENGÁIS MIEDO. ¡ÁNIMO Y ADELANTE!












sábado, 18 de abril de 2015

19 de Abril:«Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.»

CRECER CREYENDO:












Lc (24,35-48):

En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. 
Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: «Paz a vosotros.»
Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. 
Él les dijo: «¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo.»
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. 
Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tenéis ahí algo que comer?»
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. 
Y les dijo: «Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse.»
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. 
Y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.»

Palabra del Señor










COMENTARIO:
Me pareció una buena idea rescatar este comentario. Si los cristianos estamos siendo perseguidos, martirizados, debemos rezar y, con mayor razón, tenemos que estar unidos.

Catequesis, Audiencia general, 20-01-2010
Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos
El tema de este año está tomado del Evangelio de san Lucas, de las últimas palabras de Cristo Resucitado a sus discípulos: “Vosotros sois testigos de todo esto” (Lc 24, 48). [Hay una] dificultad objetiva de proponer con credibilidad el anuncio evangélico al mundo no cristiano por parte de los cristianos divididos entre sí. Si a un mundo que no conoce a Cristo, que se ha alejado de él o que se muestra indiferente al Evangelio, los cristianos se presentan desunidos, más aún, con frecuencia contrapuestos, ¿será creíble el anuncio de Cristo como único Salvador del mundo y nuestra paz? La relación entre unidad y misión ha representado desde ese momento una dimensión esencial de toda la acción ecuménica y su punto de partida… La Iglesia católica, en el concilio Vaticano II, retomó y confirmó con vigor esta perspectiva, afirmando que la división entre los discípulos de Jesús no sólo “contradice clara y abiertamente la voluntad de Cristo, sino que además es un escándalo para el mundo y perjudica a la causa santísima de predicar el Evangelio a toda criatura” (Unitatis redintegratio, 1).
En ese contexto teológico y espiritual se sitúa el tema propuesto para esta Semana dedicada a la meditación y la oración: la exigencia de un testimonio común de Cristo. El breve texto propuesto como tema, “Vosotros sois testigos de todo esto”, hay que leerlo en el contexto de todo el capítulo 24 del Evangelio según san Lucas. Recordemos brevemente el contenido de este capítulo. Primero las mujeres van al sepulcro, ven los signos de la resurrección de Jesús y anuncian lo que han visto a los Apóstoles y a los demás discípulos (v. 8); después el mismo Jesús resucitado se aparece a los discípulos de Emaús en el camino, luego a Simón Pedro y, sucesivamente, “a los Once y a los que estaban con ellos” (v. 33). Les abre la mente para que comprendan las Escrituras acerca de su muerte redentora y su resurrección, afirmando que “se predicará en su nombre a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados” (v. 47). A los discípulos que se encuentran “reunidos” y que han sido testigos de su misión, el Señor resucitado les promete el don del Espíritu Santo (cf. v. 49), a fin de que juntos lo testimonien a todas las naciones. De ese imperativo -“de todo esto”, de esto vosotros sois testigos (cf. Lc 24, 48)-, que es el tema de esta Semana de oración por la unidad de los cristianos, brotan para nosotros dos preguntas. La primera: ¿qué es “todo esto”? La segunda: ¿cómo podemos nosotros ser testigos de “todo esto”?
Si nos fijamos en el contexto del capítulo, “todo esto” significa ante todo la cruz y la resurrección: los discípulos han visto la crucifixión del Señor, ven al Resucitado y así comienzan a entender todas las Escrituras que hablan del misterio de la pasión y del don de la resurrección. “Todo esto”, por lo tanto, es el misterio de Cristo, del Hijo de Dios hecho hombre, que murió por nosotros y resucitó, que vive para siempre y, de ese modo, es garantía de nuestra vida eterna.
Pero conociendo a Cristo —este es el punto esencial— conocemos el rostro de Dios. Cristo es sobre todo la revelación de Dios. En todos los tiempos, los hombres perciben la existencia de Dios, un Dios único, pero que está lejos y no se manifiesta. En Cristo este Dios se muestra, el Dios lejano se convierte en cercano. Por lo tanto, “todo esto” es, principalmente el misterio de Cristo, Dios que se ha hecho cercano a nosotros. Esto implica otra dimensión: Cristo nunca está solo; él vino entre nosotros, murió solo, pero resucitó para atraer a todos hacia sí. Cristo, como dice la Escritura, se crea un cuerpo, reúne a toda la humanidad en su realidad de la vida inmortal. Y así, en Cristo, que reúne a la humanidad, conocemos el futuro de la humanidad: la vida eterna. De manera que todo esto es muy sencillo, en definitiva: conocemos a Dios conociendo a Cristo, su cuerpo, el misterio de la Iglesia y la promesa de la vida eterna.
Pasemos ahora a la segunda pregunta. ¿Cómo podemos nosotros ser testigos de “todo esto”? Sólo podemos ser testigos conociendo a Cristo y, conociendo a Cristo, conociendo también a Dios. Pero conocer a Cristo implica ciertamente una dimensión intelectual —aprender cuanto conocemos de Cristo— pero siempre es mucho más que un proceso intelectual: es un proceso existencial, es un proceso de la apertura de mi yo, de mi transformación por la presencia y la fuerza de Cristo, y así también es un proceso de apertura a todos los demás que deben ser cuerpo de Cristo. De este modo, es evidente que conocer a Cristo, como proceso intelectual y sobre todo existencial, es un proceso que nos hace testigos. En otras palabras, sólo podemos ser testigos si a Cristo lo conocemos de primera mano y no solamente por otros, en nuestra propia vida, por nuestro encuentro personal con Cristo. Encontrándonos con él realmente en nuestra vida de fe nos convertimos en testigos y así podemos contribuir a la novedad del mundo, a la vida eterna. El Catecismo de la Iglesia católica nos da una indicación también para entender el contenido de “todo esto”. La Iglesia ha reunido y resumido lo esencial de cuanto el Señor nos ha dado en la Revelación, en el “Símbolo llamado niceno-constantinopolitano, que debe su gran autoridad al hecho de que es fruto de los dos primeros concilios ecuménicos (325 y 381)” (n. 195). El Catecismo precisa que este Símbolo “sigue siendo todavía hoy común a todas las grandes Iglesias de Oriente y Occidente” (ib.). En este Símbolo, por lo tanto, se encuentran las verdades de fe que los cristianos pueden profesar y testimoniar juntos, para que el mundo crea, manifestando, con el deseo y el compromiso de superar las divergencias existentes, la voluntad de caminar hacia la comunión plena, la unidad del Cuerpo de Cristo.

REFLEXIÓN:

Nosotros podemos ser testigos ”de todo esto”, asomándonos al prójimo, en busca de almas de luz o con la sana intención de llevar luz a las almas que nos rodean.
Tener la experiencia de Jesús Resucitado y no compartirla, es dejar a oscuras a los que nos rodean. Si somos la luz y la sal de la Tierra, ahora es el momento de mostrarlo. ¿Cuándo si no?
NO TENGÁIS MIEDO. 
¡Ánimo y adelante!


¡¡VAMOS A AMPLIAR EL CÍRCULO DE ORACIÓN!!

ORACIÓN POR LOS CRISTIANOS PERSEGUIDOS

REFLEXIÓN:
Visto lo visto, y ya que las noticias sobre masacres de cristianos en distintas partes del planeta, no interesan más allá de la inmediatez de la noticia misma, es nuestro deber mantener viva la luz de los Mártires Cristianos, recordando en la oración a todos ellos.
Utilizar nuestros medios para difundir su ejemplo de amor a Dios, de entrega y de sacrificio es una obligación moral que tenemos para con todos ellos.
Sirva esta oración de la Familia Tellista como reconocimiento a todos los Mártires Cristianos y, a la vez, sirva para que se hagan visibles a los ojos de nuestra sociedad, empezando por nuestra Comunidad  Educativa.
                               
TESTIMONIO
Reuben Mwavita, un estudiante de 21 años, vio ante sus ojos la masacre perpetrada por los extremistas, que ingresaron disparando indiscriminadamente. Luego separaron a los estudiantes de acuerdo a su religión, dejando salir a los musulmanes y reteniendo a los cristianos.
“Mis tres amigos se arrodillaron frente a los milicianos, rezándole a Jesús”, recordó Reuben. Pocos instantes después fueron asesinados con disparos de ametralladora.
El diario del Episcopado italiano, Avvenire, difundió el testimonio de otro sobreviviente. “Estaba rezando con ellos (sus amigos) cuando escuchamos los disparos y dos jóvenes armados y con capuchas irrumpieron. Yo pude escapar porque estaba cerca a la puerta posterior. Escuché a mis amigos orar e invocar el nombre de Jesús. Otros gritaban”. “Mataron a mis amigos, pero sé que todos están en el paraíso porque murieron rezando a Dios”, afirmó.
Por su parte, Helen Titus, una joven cristiana, afirmó que los terroristas planificaron la operación porque sabían exactamente donde golpear y fueron directamente al aula usada por los cristianos para rezar la oración matutina.


COMENTARIO
30 de junio de 2014.-(Radio VaticanoCamino Católico) Hay más cristianos perseguidos hoy que en los primeros siglos, afirmó el Papa Francisco este lunes en Santa Marta, al presidir la misa en la que celebramos la memoria de los santos protomártires de la Iglesia romana, cruelmente asesinados a los pies de la colina del Vaticano por orden de Nerón después del incendio de Roma en el 64.
La oración al principio de la misa recuerda que el Señor “fecundó con la sangre de los mártires los primeros gérmenes de la Iglesia de Roma”.
“Se habla del crecimiento de una planta”,afirmó Papa Francisco en la homilía, y esto nos recuerda lo que decía Jesús: “el Reino de los cielos es como un hombre que lanzó la semilla a la tierra, después se va a su casa” y duerma o se desvele, “la semilla crece, germina, sin que él sepa cómo”. Esta semilla es la Palabra de Dios que crece y se convierte en el Reino de Dios, se convierte en Iglesia gracias a “la fuerza del Espíritu Santo” y al “testimonio de los cristianos”,explicó.
“Sabemos que no hay crecimiento sin el Espíritu; es Él el que hace la Iglesia, es Él el que hace crecer a la Iglesia, es Él el que convoca la comunidad de la Iglesia”,recordó Francisco.
“Pero también es necesario el testimonio de los cristianos–añadió-. Y cuando el testimonio llega al final, cuando las circunstancias históricas nos piden un testimonio fuerte, allí aparecen los mártires, los testigos más grandes. Y así la Iglesia viene regada con la sangre de los mártires –constató-. Y esta es la belleza del martirio. Comienza con el testimonio, día tras día, y se termina como Jesús, el primer mártir, el primer testigo, el testigo fiel: con la sangre”.
“Pero hay una condición para que el testimonio sea veraz-advirtió el Papa-: debe ser incondicional”. “Hemos escuchado el Evangelio, este que le dice al Señor que quiere seguirle pero que le pide una condición: ir a despedirse o a enterrar al padre… el Señor lo detiene: ‘¡No!’ El testimonio es incondicional. Debe ser firme, debe ser decidido, debe ser con ese lenguaje que el Señor nos dice, tan fuerte: ‘Que vuestro lenguaje sea sí, sí, no, no’. Este es el lenguaje del testimonio”.
“Hoy miramos esta Iglesia de Roma que crece, regada con la sangre de los mártires-dijo Papa Francisco-. Pero también es justo, prosiguió, que nosotros pensemos en los muchos mártires de hoy, muchos mártires que dan su vida por la fe”. Es verdad que hubo muchos cristianos perseguidos en el tiempo de Nerón, pero “hoy, destacó, no hay menos”, aseguró.
Hoy hay muchos mártires en la Iglesia, muchos cristianos perseguidos. Pensemos en Oriente Medio, cristianos que deben huir de las persecuciones, cristianos asesinados por los perseguidores”, prosiguió. “También los cristianos expulsados de forma elegante, con guante blanco: también esa es una forma de persecución”, afirmó.
“Hoy hay muchos testimonios, más mártires en la Iglesia que en los primeros siglos–añadió-. Y en esta Misa, recordando a nuestros gloriosos antepasados, aquí en Roma, pensemos también en nuestros hermanos que viven perseguidos, que sufren y que con su sangre hacen crecer la semilla de muchas Iglesias pequeñas que nacen. Recemos por ellos y también por nosotros”.
ORACIÓN:

Canto:

LIBERARA / SOY LA LUZ / Mati Covarrubias. https://www.youtube.com/watch?v=GYSXaGsKjVQ

NUESTRO GESTO: Oramos, formando círculos concéntricos, alrededor de una luz, sobre un altar con el símbolo de CRISTIANOS PERSEGUIDOS. (Puede ser el Cirio Pascual o una vela que aporte cada curso).
                          
 1º) Proclamamos en voz alta las Bienaventuranzas. ((a):1º,2º y 3º EP; (b):4º,5º y6º EP; (c): 1º y 2º ESO; (d) 3º y 4º ESO; (e) Claustro de Profesores
(a)“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
(b)Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
(c)Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
(d)Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos.”
(Mt 5,3-12)
(e) Señor, te pedimos por los Mártires Cristianos de Irak, Afganistán, Siria, Libia, Kenia, Armenia, Turquía, y tantos otros lugares donde han sido masacrados nuestros hermanos a lo largo de toda la historia de la Santa Madre Iglesia.
GUARDAMOS UN MINUTO DE SILENCIO.
2º) REZAMOS TODOS JUNTOS. (Padre Nuestro. Ave María. Gloria.)
Beata Matilde Téllez Robles. Ruega por nosotros.
María, Madre de la Iglesia.  Ruega por nosotros.
NO TENGÁIS MIEDO.
QUE TODA NUESTRA VIDA SEA UN ACTO DE AMOR.
¡ÁNIMO Y ADELANTE







sábado, 11 de abril de 2015

12 de abril:«¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.»

CRECER CREYENDO:










Jn (20,19-31)

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. 
Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.» 
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegria al ver al Señor.
Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.» 
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.» 
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. 
Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.» 
Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.» 
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. 
Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros.» 
Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.» 
Contestó Tomás:«¡Señor mío y Dios mío!» 
Jesús le dijo:«¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.» 
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
Palabra del Señor


COMENTARIO:
Este domingo blanco, llamado tradicionalmente “in albis”, cierra el gozo y la alegría de la octava de Pascua. Pero el misterio insondable de vida y de resurrección se prolonga y actualiza durante toda la cincuentena pascual. Durante este ciclo litúrgico luminoso todos los bautizados profundizan en la teología de la resurrección, viviendo una experiencia íntima que posibilita reconocer a Cristo resucitado presente entre los hombres y manifestado de manera patente en el amor y la fidelidad. Será el testimonio de los creyentes el mejor anuncio y la prueba más clara de la resurrección.

En medio de tantas cerrazones y miedos Jesús se aparece y anuncia la paz que no tiene fronteras. El mundo de hoy necesita demostraciones incuestionables de la presencia del resucitado. Y la verdadera aparición de Cristo entre los hombres se realiza en la vida auténtica de los cristianos.

Los relatos de las apariciones no son cuentos fantasmales, sino testimonios de fe. Cristo entra estando las puertas cerradas, se pasea por las aguas, come con los discípulos, es decir, se aparece en lo común y en lo extraordinario, en la vida de cada día y en circunstancias especiales. ¿Dónde se debe aparecer Cristo resucitado hoy? En la calle, en el trabajo de la mañana, al final de una jornada de cansancios, en la normalidad de la vida doméstica, en el aguante de la enfermedad, en el desconcierto de las malas noticias, en la decepción del paro injusto, en la estrechez o en la abundancia económica, en todo momento.

Testificar en cristiano no es dar noticia, sino hacer presente un acontecimiento. Por eso el testimonio que hace presente la resurrección como promete siempre, supone novedad de vida y exige universalidad. Si la vivencia de la resurrección se queda dentro de casa, sin salir de la propia y concreta Jerusalén, pierde densidad, porque le falta el dinamismo misionero. La vida cristiana es siempre una superación de seguridades egoístas y defensivas. La fe pascual es siempre universal y dinámica.

Tomás, el apóstol fogoso e intrépido, que quiere comprobar táctilmente el misterio de la resurrección, abandona la negrura de sus dudas y de sus interrogantes cuando en un arranque de fe emocionada y sincera dice: “Señor mío, y Dios mío”. Entonces se viste de blanco pascual, porque comprende que la verdad de fe no es experiencia física. A Tomás le costó creer en la resurrección porque le importaba mucho creer en ella.

La fe es abandonar los límites oscuros de nuestros propios pensamientos para emprender la aventura de una peregrinación mistérica, que nos hace pasar por los agujeros luminosos y pascuales de Cristo resucitado. Entonces sentiremos su gracia transformante y salvadora, que da pleno sentido a nuestra vida en el mundo y gozo a nuestra existencia.
Andrés Pardo  http://oracionyliturgia.archimadrid.org
REFLEXIÓN:
Llevo un tiempo viendo la enfermedad rondando a los que me rodean. Un día son pruebas, otros análisis y otros directamente operaciones. Vamos, que estamos golosos, este curso. Pero no quiero quedarme en el dolor, el miedo o la preocupación (Semana Santa), sino en la recuperación, la lucha y el acompañamiento (Tiempo de Pascua). Quiero transmitir la idea de que la confianza, una especie de caricia de Dios, hace que sorteemos las situaciones adversas o las sobrellevemos con ánimo y “resignación cristiana”. (Siempre me pareció curioso este término, pues si somos la alegría de Jesús Resucitado no cabe la resignación en ningún lado.)
Por eso, a la confianza, le sienta tan bien, el acompañamiento. Por eso somos seres para compartir.


Y el primer círculo para hacerlo es la familia y los amigos. Pero tan importante, o más, es hacerlo en el segundo círculo, en el que nos ponemos a compartir en el puesto de trabajo, con la Comunidad Educativa, en nuestro caso y con la sociedad que eses entorno laboral abarca. Pues aquí somos un ejemplo visible de JESÚS RESUCITADO.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (4,32-35):

En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.

Palabra de Dios

Adaptar a nuestras vidas esta PALABRA, es una forma de dar testimonio, de mostrar nuestros valores como cristianos a los que interactúan con nosotros en el día a día. Esa es nuestra MISIÓN.

 

Que la ALEGRÍA y la LUZ de la PASCUA nos hagan florecer esta primavera.
No dudéis de “meter el dedo en la llaga”, tanto en las propias como en las de los que nos acompañan en el camino y proclamad la Buena Nueva: ¡¡¡JESÚS HA RESUCITADO!!!
No tengáis miedo.
¡Paz y Bien!

¡Ánimo y Adelante!

domingo, 5 de abril de 2015

5 de Abril:"Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que Él había de resucitar de entre los muertos."


CRECER CREYENDO:

 

Jn (20,1-9):

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. 
Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que Él había de resucitar de entre los muertos.

Palabra del Señor












COMENTARIO:

María Magdalena juega un papel muy importante en el desarrollo de la fe de la primitiva Comunidad. Debió de ser la primera en tener la experiencia de Jesús Resucitado. Ella dio ante los discípulos el testimonio de su fe en el Resucitado.    

Gracias al testimonio de ella y de los demás discípulos, la Comunidad de los primeros cristianos pudo salir a flote de aquellos momentos difíciles de dudas y de desconcierto.

El desconcierto y la confusión de María y de la Comunidad es símbolo de nuestro desconcierto y confusión en estos momentos de increencia. También nosotros nos preguntamos: ¿Qué pasa hoy en nuestro mundo? ¿Qué sucede en nuestra Iglesia? ¿Podemos tener algún tipo de certeza? ¿Dónde podemos encontrar a Dios?

El sepulcro estaba vacío. Jesús no estaba dentro. Allí no había más que las vendas de lino y el paño. ¿Qué es el sepulcro vacío? Es un elemento central del pasaje. Indirectamente, es una proclamación pascual: Jesús ha resucitado y no hay que buscarle entre los muertos. Así pues, el sepulcro vacío es un dato teológico, que tiene el mismo valor que las frases: “No está aquí”. “Ha resucitado”.
                                          
¿Da fe el sepulcro vacío? No. El sepulcro no da nada. Ver el sepulcro vacío no lleva a las mujeres a creer, les deja confusas. La tumba vacía no es una prueba de la resurrección, sino un interrogante. No podemos creer por eso solo. La fe en Jesús Resucitado tiene otros ingredientes.

“La leyenda del sepulcro vacío es una pintura piadosa de un suceso que querían imaginar de forma concreta. La fe pascual no se origina en virtud de un sepulcro vacío. Más bien, la leyenda del sepulcro vacío se desarrolló partiendo de la fe pascual”  (Rahner).

¿Qué es tener experiencia de Jesús resucitado? ¿Cuándo tenemos esta experiencia? Es descubrir por dentro que Jesús vive. Es tener la vivencia de la cercanía de Jesús resucitado.

Basta que nos fijemos en María Magdalena y en los discípulos. ¿Cómo llegan a creer? Llegan a tener experiencia de Jesús resucitado porque tienen interés, porque le buscan y están abiertos al misterio. Jesús no se aparece a Herodes, a los letrados, pues éstos no se interesan, no le buscan. Dios no se impone, no apabulla.

Se tiene experiencia de Jesús Resucitado cuando se le descubre como vivo; cuando se nos calienta el corazón como a los discípulos de Emaús.                      

Esta experiencia tiene lugar lentamente, dentro de un proceso, dentro de una búsqueda. Es don, es gracia, pero necesita nuestra adhesión, nuestra colaboración.

Tenemos experiencia de Jesús, al reunirnos en Comunidad. Al juntarnos en su nombre, Jesús se manifiesta de forma especial. En los pasajes evangélicos, Jesús se hace presente cuando los discípulos están reunidos, especialmente para la Fracción del Pan.


De Pedro no se dice en este pasaje que viera y creyera. Esto se afirma del discípulo amado. Es el discípulo ideal, carismático, libre, que se deja guiar por el amor y que es objeto de un cariño especial de Jesús. Además, está dispuesto a dar su vida.
               
Al decir que este discípulo llegó antes que Pedro al sepulcro y que cayó en la cuenta de que así lo habían anunciado las Escrituras, Juan quiere hacer constar que el discípulo amado es un testigo tan autorizado, al menos, como el mismo Pedro. El discípulo amado representa a la Comunidad de Juan y Pedro representa a la gran Iglesia. Las relaciones de precedencia entre ellos reflejan las relaciones entre estos dos grupos eclesiales. Pedro Olalde. http://www.feadulta.com/

 

Sal 117,1-2.16ab-17.22-23

R/.
 Éste es el día en que actuó el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo


Dad gracias al Señor porque es bueno, 
porque es eterna su misericordia. 
Diga la casa de Israel: 
eterna es su misericordia. R/.

La diestra del Señor es poderosa, 
la diestra del Señor es excelsa. 
No he de morir, viviré 
para contar las hazañas del Señor. R/.

La piedra que desecharon los arquitectos 
es ahora la piedra angular. 
Es el Señor quien lo ha hecho, 
ha sido un milagro patente. R/.




REFLEXIÓN:

 


No sé si has estado en la playa o en la montaña, disfrutando del buen tiempo. No sé si has estado programando el tercer trimestre, si has decidido reorganizar o reestructurar tu casa o tu tiempo con la familia. No sé si te has dedicado a buscar, a soñar, a recuperarte. No sé, pero todo eso ya da igual.
¡¡¡Jesús ha RESUCITADO!!!
¡Qué notición! No te calles. Grítalo, da testimonio, como lo hizo María Magdalena, Pedro y Juan. Hazlo con libertad, sin miedo, pero no por obligación. No quieras convencer, solo comunícalo, y tu alegría hará el resto.
Si tu corazón ha acompañado a tu cabeza en el camino de la Cruz, ya lo tienes todo hecho. El Amor, que cura, que sana, que salva es la clave. Compartirlo es nuestro camino  Pascual. Pero no te preocupes, si nos vence nuestra pobre humanidad, pronto llegará el Espíritu Santo a echarnos una mano, o dos o las que hagan falta. Mientras tanto, no te canses de proclamar la Buena Nueva.

¡ALELUYA, ALELUYA! EL SEÑOR, RESUCITÓ.       ¡¡¡ÉL, VIVE!!!    ¡Ánimo y adelante!

miércoles, 1 de abril de 2015

1 de abril:Somos tús discípulos, pero te negamos.¡¡¡Pedónanos, Señor!!!





Mateo 26: 69-75

La Negación de Pedro

 Pedro estaba sentado fuera en el patio, Y una sirvienta se le Acercó y dijo: Tú También Estabas con Jesús, el Galileo.  Pero ÉL lo nego Delante de Todos ellos, Diciendo:. No sé de qué hablas    Cuando salio al portal, lo vio otra sirvienta y dijo a los que estaban allí: Este estaba con Jesús, el Nazareno.  Y otra vez ÉL lo nego con juramento: ¡Yo no conozco a ese hombre!   Y Un poco después se acercaron los que estaban alli y dijeron a Pedro: Seguro que tú también  eres uno de Ellos, Porque  tu manera de hablar te descubre  Entonces él comenzo a maldecir y a jurar: ¡Yo no conozco una ese hombre! Y al instante el gallo cantó.   Y Pedro se acordó de lo que  Jesús había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás Tres Veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.

 

Yo confieso ante Dios Todopoderoso
y ante ustedes, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mi ante Dios, nuestro Señor. Amén




De pensamiento, palabra, obra y omisión... se acumulan mis negaciones, se reproducen mis caidas cargando con la cruz. Sé que estoy en el camino, pero soy muy débil.
La lujuria, la pereza y la gula, se presentan como mi talón de Aquiles. La ira, la envidia, la avaricia y la soberbia buscan encontrar su espacio en mi corazón, sin conseguirlo.
Me defiendo con la palabra, pero no encuentro la paz en los versos:

"Hay días que no hay manera de que pasen de puntillas... Si se va el sol, los faroles lo iluminan... pero ni con eso se rinden las sombras.
Hay días que amanecen perenne despertá, brotando el cansancio de los ojos y de su mirar...pero no se pierde la esperanza en que pronto, uno, como campanillo, podrá repicar.
Hay días que son de hacer sonar la aldaba en tu portal, solo porque se asome tu nombre y sacie mi sed y mi hambre...pero no me canso de esperar
Hay dias, y no son pocos, en que buscas un olor, una sonrisa, un gesto, una palabra, una caricia, un algo más...pero: ¡No hay pero que valga! Si puedo soñar..."


Siento la inconsistencia de mi ser, que busca y no encuentra. Que se equivoca, tropieza y cae. 
Se que el mal de muchos no me consuela. Se que no se puede alcanzar a todo. Se que el amor es la respuesta. Y pese a todo este saber... SOY un ignorante.

Estoy viendo, desde fuera, el Juicio a Jesús, y mis lágrimas, son como las de Pedro. Las de un acompañante que reniega, que recula, porque, pese aconocer la verdad, se siente vacio sin el AMOR de DIOS y le fallan las fuerzas. 



Todos tendremos que escuchar al gallo cantar estos días...